DIXIE
¿Qué es la leishmaniosis y cómo afecta a mi perro?
La leishmaniosis es una enfermedad grave para el perro causada por el parásito denominado Leishmania, que resulta mortal para la mayoría de los perros que la contraen, sin el tratamiento pertinente.
¿Cómo se contrae la leishmaniosis?
Los mosquitos hembra (de tipo flebótomo) son los transmisores de la enfermedad de unos perros a otros. Cuando el mosquito flebótomo hembra, que anteriormente ha picado a un perro con el parásito, pica a otro perro, deposita los parásitos en la sangre del perro, produciendo una lesión en su piel alrededor de la picadura, que normalmente se produce en la oreja o nariz del perro. Una vez que parece que la zona afectada va «curándose» es cuando los parásitos se van dispersando por la sangre y órganos internos del perro. Sólo transmiten la leishmaniosis las hembras de dos tipos de mosquitos flebótomos, porque las hembras, y no los machos, se alimentan de sangre para poder poner huevos.
Al igual que con las pulgas y garrapatas, los mosquitos suelen hacer su aparición más fuerte en épocas de calor (primavera y verano), época álgida de la leishmaniosis, aunque en la zona centro de España o las zonas más cálidas de la península, es posible encontrar mosquitos casi durante todo el año, con lo que la protección de nuestra mascota ante la leishmaniosis debe ser continua y no puntual. El tipo de mosquitos que transmite la leishmaniosis no suele encontrarse en zonas de playa, siendo más habituales en zonas rurales y boscosas, sin olvidarnos de parques y jardines. Aunque los perros que tienen más riesgos de contraer la leishmaniosis son aquellos que pasan tiempo en el exterior en este tipo de zonas que mencionábamos antes, no podemos olvidar que también en casa también entran mosquitos y picarles.
Síntomas de la leishmaniosis y su tratamiento
Los primeros síntomas por los que podemos reconocer la enfermedad de la leishmaniosis en nuestro perro es la pérdida de pelo, principalmente alrededor de la nariz, ojos y orejas; junto con una pérdida de apetito y peso. A medida que la leishmaniosis avanza, el perro va perdiendo más pelo en la zona de la cabeza y las patas, para finalmente desembocar en problemas renales.
Si sospecha que su perro puede estar infectado por leishmaniosis debe acudir al veterinario de forma inmediata para que realice las pruebas pertinentes para detectar la enfermedad (pudiendo incluir tomar una muestra de médula ósea o de tejido del ganglio linfático). Cuanto antes se detecte más probabilidades de que el tratamiento pueda ser más efectivo. No obstante debemos saber que la enfermedad no tiene cura, el tratamiento elimina los síntomas pero no evita posibles recaídas, que deberán ser tratados de nuevo. El parásito ya no abandonará el cuerpo del perro. Los tratamientos pueden ser orales o mediante inyecciones a base de antimoniales, que deberán suministrarse al perro durante varias semanas.
¿Cómo prevenir la leishmaniosis?
Evitar que el mosquito transmisor contagiado por la leishmaniosis pique a su perro, es la mejor prevención y protección que puede darle. Hoy en día además de una vacuna de repetición anual, existen tratamientos antiparasitarios externos ante la leishmaniosis. Las pipetas antiparasitarias leishmaniosis DIXIE a base de Permetrina, tienen una Triple Acción para el control de mosquitos de cualquier tipo (que también producen molestas picaduras) y del flebótomo, siendo también eficaz contra piojos, pulgas y garrapatas que el animal pueda tener. Por una lado REPELEN, es decir evitan que los parásitos incluidos los mosquitos flebotómos piquen a nuestro perro; por otro lado ELIMINAN, es decir, matan pulgas, garrapatas y otros parásitos que pueden estar siendo un peligro para su salud; y por último, ofrecen una PROTECCIÓN DURADERA durante al menos 1 mes.
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