Consejos para la limpieza e higiene de tu gato en casa

¿Cómo bañar a tu gato en casa? Apunta estos consejos

Bañar a un gato debe ser un acto extraordinario que se haga en unas determinadas circunstancias y habiendo acostumbrado al animal desde pequeño a ello. Aún así, hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta y en las que profundizaremos a continuación. Los gatos son los animales domésticos más limpios, sin ninguna duda, cualquiera que tenga una mascota felina podrá dar fe del tiempo que dedican al día a acicalarse y mantenerse limpios durante el día, pero eso no significa que haya casos en los que no necesiten un baño. Las razones por las que deberemos bañar a nuestro gato son las siguientes y siempre tomando todas las precauciones y recomendaciones que proponemos más adelante:

¿Cuándo se debe bañar a un gato?

Si tienen mucha grasa o mucha suciedad que impida a que se limpie con normalidad. Si tiene un exceso de pulgas o garrapatas, algún elemento tóxico en el pelaje, o si tiene demasiado pelaje o cualquier otro problema en la piel que obligue a la higiene para poder curar la enfermedad. Estas razones son las principales para decidir si tenemos o no tenemos que bañar a nuestros gatitos. No nos olvidemos que no son perros y que no podemos limpiarlos con la misma frecuencia como a los canes. Deberemos bañarlos no más de 1 vez cada seis meses. Ellos solos son capaces de mantenerse limpios y aseados. En otra ocasión profundizaremos en las recomendaciones básicas para la limpieza de perros pero hoy vamos con las recomendaciones para mininos. ¡Vamos a ello!

Preparando el baño de un gato. Recomendaciones para realizar durante los días anteriores:

Antes de comenzar con los preparativos del baño es interesante realizar algunas acciones días antes que ayudarán a que el baño sea más exitoso. Es importante hacerlo con anterioridad para que el gato esté relajado de nuevo el día del baño:

Corta un poco las uñas de tu gatito. No se las cortes mucho y no le hagas sangre.
Dale un buen cepillado durante los días anteriores al baño.
Juega con tu gato en el baño para que se familiarice con la estancia. Deja sus juguetes en el lugar en el que le vas a bañar.

¿Cómo bañar a un gato?

Lo primero de todo y lo más importante es acostumbrar al gato a bañarse desde pequeño. A un gato debemos acostumbrar al baño desde que llega a nuestro hogar. Los mininos son animales con un carácter fuerte para los cuales un baño puede ser un acto traumático ante el cual tenemos que estar prevenidos. Es importante acostumbrar al felino en este acto desde pequeñito. Si lo hemos adoptado de adulto, también podemos intentarlo nada más llegue a su nuevo hogar.
El baño tiene que ser rápido y cómodo, tanto para el felino como para su dueño. Es importante que todo lo que vayamos a utilizar esté debidamente organizado y ordenado antes de que metamos al gato en el agua y todo lo que vayamos a utilizar a mano.
El agua tiene que estar tibia, ni muy caliente ni muy fría. Deberemos adecuar la bañera o la palangana en dónde vayamos a realizar el baño para que el gato esté lo más cómodo posible.
Si vemos que se trata de una bañera deslizante deberemos tomar medidas también para evitar que el felino se resbale y evitar contratiempos que puedan poner en peligro la salud del gato durante el baño.
Utilizaremos un champú especial para la limpieza de gatos. Este champú bajo ningún concepto será el mismo que utilizamos los humanos, y tampoco nos servirá cualquier champú para perros u otros animales. Los gatos tienen unas peculiaridades especiales en su piel por lo que hay que tener mucho cuidado con los productos de higiene. Podéis consultar todas las opciones en nuestro catálogo de champús y aguas de colonia para gatos.
Es recomendable tener una esponja especial para el lavado del gato. Esto ayudará a eliminar el pelaje sobrante o que esté apunto de caerse y retirar con mayor eficacia la suciedad por la que hemos decidido bañarle.
Debemos proteger las orejas con algodón para evitar que entre agua o jabón directamente, así evitaremos que el gato enferme debido a una infección en el oído.
Una vez tengamos todo lo necesario preparado debemos ir introduciendo al gato de forma suave en el agua. Comenzaremos por el cuerpo para terminar con la cabeza. Nunca lo meteremos de golpe en el agua, ni tampoco de manera brusca introduciendo primero la cabeza. Lo más importante es meter primero las patas traseras y comenzar a mojar el resto del cuerpo hasta llegar a la cabeza, se enjabona y se aclara profundamente para que no quede ningún rastro del champú en el pelaje del minino.
No os olvidéis que el gato está asustado, es muy importante hablar y acariciar su lomo mientras le estamos bañando para que se sienta seguro y no intente huir. Si le hablamos y hacemos que se sienta relajado el baño será una actividad más placentera que si no lo hacemos.
Y finalmente el secado. Una vez bañado (no le tengáis mucho tiempo en el agua, sólo lo necesario), secar bien el agua con toallas y paños para después, con la potencia al mínimo. Para no tener problemas también en este punto, es interesante que se familiarice con el secador. Es común que los gatos tengan miedo de los electrodomésticos -secador, aspirador…- por eso es muy importante también este punto. Nunca dejes a tu felino húmedo pues puede enfermar.

Ten en cuenta estos consejos si quieres que el baño sea positivo tanto para tu gato como para ti. Si tienes algún problema, o el carácter del gato es demasiado complicado como para que realices estos consejos en tu casa, te recomendamos que vayas a una peluquería de animales o a tu veterinario. Para una completa higiene y cuidado de tu gato, te recomendamos una desparasitación externa continuada para mantenerle libre de pulgas y garrapatas con pipetas para gatos y collares para gatos.