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Cuándo y cómo bañar a tu perro con champús antiparasitarios
Limpia y protege a tu perro usando en su baño champús antiparasitarios.
¿Tu perro disfruta revolviéndose en el polvo, chapoteando en los charcos y jugando con sus congéneres? ¡No te alarmes demasiado por ello! Significa que está en plena forma y se siente feliz. Pero te toca proteger su salud manteniendo una higiene apropiada. Asearlo es un básico de los cuidados del perro.
¿Sabes cuándo y cómo debes bañarlo?
Cada animal es un mundo. Su rutina de limpieza no depende únicamente de su raza o de su tipo de pelo. También viene determinada por el lugar donde vive, sus actividades, sus costumbres… Tu veterinario sabrá indicarte una frecuencia de aseo adecuada. Si no dispones en casa de un lugar cómodo para bañar al perro, confía en un profesional. Además del lavado, secado y cepillado, revisará y limpiará los oídos, cortará las uñas y, si necesario, vaciará las glándulas anales.
Además de neutralizar el mal olor, el baño evita infecciones en la piel y conserva el pelaje sano. Pero abusar del jabón puede ser perjudicial: no conviene eliminar completamente la capa grasa que da brillo al pelo y actúa como barrera natural frente a ciertas enfermedades. No uses nunca tu propio champú, el PH de su piel es distinto al PH de la piel humana. Debes utilizar siempre productos adaptados para la higiene de tu perro.
A modo orientativo, un perro de ciudad con pelaje largo se bañará una vez al mes. Si tiene el pelo corto, aguantará perfectamente dos y hasta tres meses. Si vive en el campo o en el jardín, la frecuencia sube a cada quince días, porque está especialmente expuesto a garrapatas, pulgas y mosquitos.
Es fundamental proteger a tu perro contra los parásitos externos porque pueden vehicular enfermedades letales. Habrá que prestar especial atención a los perros de caza que recorren zonas de hierbas altas propicias a las garrapatas y zonas húmedas propicias a los mosquitos.
Si tu perro ya está infestado, la vía más rápida y eficiente es recurrir a champús antiparasitarios, que tienen un efecto inmediato. Moja bien todo el cuerpo de tu perro (exceptuando cara y orejas), aplica el champú y frota enérgicamente. Aclara con agua templada y aplica champú por segunda vez. Aclara y seca. En principio, los champús antiparasitarios para perros no sirven como prevención. Algunos funcionan como repelentes, pero no deben sustituir completamente los collares antiparasitarios, las pipetas o los productos orales.
Por tu parte, comprométete a darle a tu perro un cepillado diario metódico. Servirá para desenredar nudos (pelo largo y abundante) o eliminar el pelo muerto (pelo denso). Pero sobre todo, esta vigilancia diaria te permitirá detectar la presencia de parásitos, pequeñas heridas y anomalías. Este control cotidiano es esencial y te señalará el momento indicado para bañar a tu perro con un champú antiparasitario.
Tú eres la persona que conoce mejor a tu perro. Obsérvalo bien, y podrás proporcionarle el cuidado que necesita en todo momento.
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